Está película hecha por el director Lars Von Trier tiene la particularidad de obligar al espectador a conectar con su imaginación para ser parte de la historia, usando una escenografía enfocada principalmente a fijar la atención en las relaciones entre los personajes y el drama que cada una de ellas genera. Solo con unas líneas blancas y algunos muebles, se delimita cada habitación, casa o lugar de aquel pueblo para diferenciarlos de los otros, esto es, entonces lo único que nos aferra a ese espacio físico en donde transcurre la historia, produciendo un sentir y vivir de la historia quizás mucho más intensa y única para cada espectador.
Por otro lado Dogville es una película que habla sobre los limites humanos y la moralidad dentro de la sociedad, que al parecer, como aquí se muestra, pueden ser frágiles a los pequeños cambios del inconsciente, como les sucede a los habitantes del pueblo al que llega la protagonista Grace. Nos retrata además, que la sociedad puede intentar aceptarlo todo en pos de demostrar su propia moralidad, pero no aceptará así que les muestren una verdad que no quiere ver, o que le hagan espejo de ella, como lo hace Grace con los habitantes, mostrando entonces, como la naturaleza humana puede llegar a transformarse totalmente bajo ciertos contextos en los cuales van aflorando sus aspectos escondidos más sombríos como lo son la humillación y el abuso de poder.